Con el cambio metodológico introducido en el aula a nivel personal, pronto me di cuenta de que la evaluación tradicional y acostumbrada no valía ya. Al menos como única fuente de información. Yo he pasado por todos los estados. Desde valorar única y exclusivamente las notas de los exámenes en mis primeras sustituciones a ir incorporando los porcentajes de Contenidos, Procedimientos y Actitud hasta llegar a las etéreas Competencias.
Ahora yo sí puedo dedicarme a evaluar competencias porque les obligo a trabajar ciertas competencias y las evalúo. Pero este invento, hoy por hoy, no es más que una farsa. Seguimos trabajando igual y evaluando prácticamente con exámenes y luego buscamos qué competencias encontramos en lo que hemos hecho... Es decir intentamos meter competencias con calzador en lo que hemos estado haciendo siempre. Es necesario algo más por parte de la administración para que podamos evaluar realmente por competencias y ese algo más no es otra cosa que una adaptación de los contenidos y sus procedimientos a las nuevas competencias.
Siempre me he preocupado de que mis alumnos supieran de dónde salía su nota. Lo más "objetivo" es la nota de los exámenes escritos, tantos exámenes, sacamos la media y me sale un 5,4. Más subjetivos son los procedimientos... No he sido muy metódico yo en eso. Los trabajos entregados, la presentación de los exámenes y sobre todo la libreta... Y a ojo, pues una nota... Tachones, faltas, aseo, fechas, enunciados, tareas, correcciones... Pero ya digo, por encima. Y qué decir de la actitud. Más subjetivo aún. Trabaja o no trabaja, se porta bien o no, hace tareas voluntarias, participa en clase... Pues al final de un trimestre... Pues más a ojo aún.
Total al final la parte más importante sigue siendo la nota del examen. Hasta para los alumnos. Estos solo se acuerdan de la libreta y la actitud cuando tienen un 4,35 en la media de exámenes. "Maestro, yo me he portado bien y te he hecho todos los deberes..." Pero ojo, cuidado con suspender a un alumno cuya media de exámenes escritos sea 5,3, aunque no haya entregado la libreta, ni se haya leído los libros de lectura y se haya portado como el culo en clase... Al día siguiente tienes a los padres poniendo el grito en el cielo porque has suspendido a su niño con un 5,3...
Pues bien, yo creo haber solucionado este tema. En mi caso claro. O al menos he minimizado los riesgos de la excesiva subjetividad. Sigue habiéndola, pues en muchas actividades es el criterio del profesor el que evalúa de manera subjetiva lo que hace el alumno. Pero de alguna manera me he guardado las espaldas intentando justificar mis notas.
En primer lugar, explico a principio de curso, incluso lo tienen en el material que entrego, los porcentajes y mi manera de evaluar. Utilizo diferentes herramientas de evaluación y se explican antes de cada trabajo, tarea o actividad. Todos antes de empezar saben lo que tienen que hacer y sobre todo, cómo se les va a puntuar y por qué conceptos. De entre todas las herramientas (observación directa, portfolio, cuaderno de equipo, pruebas escritas...) la que más me ha facilitado la vida en este aspecto ha sido la rúbrica. Ahora mismo, rara vez realizan una actividad sin que haya de por medio una rúbrica. Infografías, booktubers, esquemas, narraciones, noticias, exposiciones orales... Todas tienen una rúbrica específica que me facilita mucho la tarea de valorar el desempeño del trabajo. Y como saben de antemano lo que tenían que hacer es muy fácil justificar (lo hacen ellos mismos) la nota. Se han reducido las protestas y explicaciones en un 90%. (así a ojo eh... ). Vamos que apenas tengo quejas ni peticiones de explicaciones.
Descubrí la rúbrica en el curso 2015/16, pero era una rúbrica en papel y simplona (escalas de observación, más que rúbricas). Al principio echaba mano de rúbricas que encontraba ya hechas. Pero como siempre me pasa, necesito adaptarlas y pasé a hacer tablas de word hasta que descubrí Rubistar. Mucho más cómodo. ¡Dónde va a parar! Pero el año pasado descubrí una plantilla de google llamada CoRubrics que hacía lo mismo que Rubistar, pero integrado en Google Drive. En cualquier caso los usaba igual. Hacía la rúbrica y la imprimía en papel para que los alumnos las rellenaran y yo rellenaba las mías. Luego había que pegarse la paliza de corregirlas, sacar los porcentajes y transformarlas en notas numéricas. Un faenón importante. Y si además te llevas mal con los números y los porcentajes porque eres de letras... Por otro había algo de lío con CoRubrics, porque los tutoriales que había hablaban de una plantilla y eso había dejado de existir porque se había transformado en un complemento de Google. Me costó entenderlo pero por fin lo hice.
Y este año ha sido el verdadero descubrimiento de CoRubrics como lo que realmente es. Una auténtica maravilla. Una potente herramienta de evaluación que aunque es un poco complicadita al principio, si como yo no te llevas bien con las hojas de cálculo, cuando le pillas el tranquillo, acabas enamorado de ella. Bueno, yo ya no concibo la evaluación sin CoRubrics. Aunque parezca exgerado, me ha cambiado la vida y me la ha simplificado. Ejemplo: Evaluación, Autoevaluación y Coevaluación de unos 80 alumnos en una horita... Y sin gastar un mísero folio. Y todo esto gracias a un profesor de aquí, nada de yanqui, ni sueco, ni gaitas. De aquí, catalán para más señas. @jfeliua
Aunque os dejo al final el enlace a un videotutorial realizado por el propio Jaume Feliu, os explico brevemente por qué es impresionante esta herramienta si utilizas o tienes pensado utilizar la rúbrica como herramienta de evaluación.
Una vez tienes instalado el complemento, lo activas y creas la plantilla con una hoja de cálculo de Google (Sheets). La rellenas a tu gusto como si fuera una tabla de word o una plantilla de Rubistar
Una vez creada la plantilla, rellenándola debidamente con los alumnos y sus correos electrónicos, mediante un script te convierte esa plantilla en un formulario de google, donde puedes seleccionar al alumno correspondiente y evaluarlo a golpe de click.
Y una vez tienes a todos los alumnos evaluados con el formulario es cuando viene la magia. Sobre todo para un torpe de letras como yo. Además como podéis ver en la hoja, con el mismo formulario se puede hacer la evaluación del profesor, la autoevaluación de cada alumno y la coevaluación de los compañeros. Lo dicho. Magia, porque te saca los resultados en segundos en una hoja de cálculo, que además puedes retocar si hay fallos o errores...
A la izquierda del todo están los nombres de los alumnos, que he eliminado porque no vienen a cuento, jejeje. Como dijo aquel insigne torero IM-PRESIONANTE. En serio, si estás evaluando con rúbricas y no usas CoRubrics estás malgastando el tiempo. Por cierto, que no lo he dicho, la herramienta es gratis.
Por último, cada nota que saco, y son varias a lo largo de un trimestre las cuelgo de manera pública a cada alumno, claro está, para que cada uno vea en todo momento su progresión. Para eso utilizo Schoology, plataforma de gestión de aula que permite el acceso hasta a los padres. Hace ya tiempo que ningún padre puede venir a decirme, ¡Vaya sorpresa. Mi niño ha sacado un 3! Todo está en schoology. Lo malo es que muy pocos padres se asoman por la herramienta. Pero yo al principio de curso doy toda la información...
Lo dicho, os dejo el enlace al
Un saludo y espero que os sea de utilidad... Y si alguien tiene alguna duda o necesita ayuda con el complemento, aunque tenéis a Jaume a mano, si os puedo echar una mano, por aquí ando, que yo ya me he dado de cabezazos contra la herramienta y donde os atasquéis vosotros ya me habré atascado yo.