Mi inquietud por las nuevas tecnologías me llevó pronto a buscar dos herramientas que marcarían mi manera de trabajar y de organizarme. Por un lado, lo que llamaré una plataforma educativa y por otro, un cuaderno del profesor tecnológico, que sustituyera al cuaderno de colorines que te daban cada inicio de curso. En algunas ocasiones me tocó comprarlo, buscando algo más completo, por lo simple que era el que me daba la administración. Yo soy un desastre, pero cuando me organizo quiero el mayor orden posible.
Empecemos por la plataforma. Empiezo a ver la necesidad de compartir documentos, ejercicios, esquemas... con mis alumnos para completar o sustituir algunos de los contenidos que no me gustaban de los libros de texto. Empecé con herramientas de creación de contenidos digitales, como JCLIC, o Hot Potatoes y hasta hice mis pinitos con EXE Learning,
pero necesitaba algo más y empecé a buscar plataformas que me permitieran crear cosas o implementar lo que hacía con las mencionadas herramientas y además almacenar para compartir. Di pronto con la Plataforma Moodle. Con ella me inicié, pero debo reconocer que mi experiencia con ella no fue muy positiva. El no conocerla muy bien, el encontrarme con tres versiones diferentes en tres institutos diferentes, el no poder tener el control total de la herramienta, la poca experiencia de los alumnos... me hicieron buscar al tercer año alguna alternativa. Di con Edmodo en el tercer año de intentar usar Moodle. Estuve probando cosas, me gustaba más por su apariencia de red social, no tan fría como Moodle, pero me frenó el hecho de que no podía gestionar las notas dividiendo el curso en trimestres. Desconozco si ya se puede hacer, pero eso fue lo que me hizo decantarme por Schoology, muy similar a la anterior, pero esta sí te permitía organizarte el curso a tu antojo, trimestres, semestres, cuatrimestres, etc... Así es que le di una oportunidad y con ella sigo desde hace tres años, ampliando su uso año a año. Al principio era un simple almacén de contenidos, pero poco a poco fui dándole un mayor uso, pues como plataforma tiene mucho potencial. Y lo mejor, gratuita.
En realidad lo que la diferencia de Moodle es su apariencia de red social, como ya he dicho, que la convierte en algo más amigable, parecida a Facebook. Moodle la veía muy fría, y la comunicación con los alumnos un poco caótica. Además Schoology te permite también tener comunicación con los padres, una libreta de calificaciones, y aunque Moodle tiene más variedad de recursos, con los que tiene Schoology me sobra. Y sobre todo lo que me acabó por decantar hacia Schoology fue el hecho de que no tienes que instalar nada pues va todo por web. Con Moodle, tenía el inconveniente de que al ser interino, cambio constantemente de centro y tengo que andar haciendo copias de seguridad para llevarme mis cursos allá donde voy. Luego hay que cargarlo en el nuevo instituto y que todo vaya sobre ruedas. Si no, tienes que ir pidiendo ayuda al responsable de Moodle del centro ante cualquier imprevisto... El control de Schoology lo tienes tú y siempre es el mismo, vayas donde vayas.
Fue asentarme con Schoology y abandonar JCLIC, Hot Potatoes, etc... Además me parecía un rollo la manera de incrustar las actividades con estas herramientas. Con las que incorpora Schoology voy servido y todo queda bien situado dentro de cada curso.
Problema. Aunque cada vez más alumnos se incorporan a Schoology, no lo puedo imponer de manera obligatoria, pues hay alumnos que no tienen ordenador y/o conexión a internet. Otros no se dan de alta por puro desinterés (al no ser obligatorio...), algunos no se aclaran y prefieren pasar antes que pedir ayuda, etc... Por tanto, Schoology aun hoy sigue siendo más informativo, aunque este año ya he incorporado la libreta de calificaciones plenamente operativa. Solo lo he conseguido este año, pues no sé si lo he dicho ya, pero soy de letras y los numeritos y yo no nos llevamos muy bien. Me daba miedo que los porcentajes no los calculara bien, por no ponerlos bien, que las medias no fueran correctas, por la configuración trimestral, por las actividades voluntarias, que a algunos les contaba y a otros no, etc... Pero sobre todo porque al no estar todo el mundo dado de alta necesitaba una alternativa aunque solo fuera por el control de asistencia, comportamiento y notas.
Y llegamos así a la otra herramienta. El cuaderno del profesor. En cuanto empecé a buscar alternativas al cuaderno en papel, todas las flechas señalaban a la aplicación de IOS, la del IPad. Solo había un problema, yo no tenía IPad, jejeje. Había que buscar alternativas en android. Probé unas cuantas, pero nunca me decidí por ninguna, por una sencilla razón, no podía probar si funcionaban plenamente. Algunas te dejaban probar gratis, solo un mes... Otras no tenían límite de tiempo pero solo te dejaban gestionar 5 alumnos, o un grupo, etc... Es decir que no encontré ninguna aplicación que pudiera probar de manera completa. Además, ninguna de las que probaba me convencía al 100%. Siempre había algo que no me gustaba o que no me acababa de convencer o que no podía probar plenamente... Intenté versiones con hojas de cálculo, para PC hasta que di con una alternativa interesante. Un cuaderno del profesor basado en los cuadernos de papel, pero elaborado con hojas de cálculo de google docs. Además lo podías retocar y ajustártelo a tu gusto y eso hice con ayuda de mi tío que controla eso de las hojas de cálculo. El problema es que había que tener tres hojas por grupo, una de control de asistencia, otra de notas y otra de seguimiento de la programación. Y otro inconveniente es que necesitabas un ordenador en el aula. Al princicipo de usarlo no en todas las aulas había. Aún así estuve con esa alternativa dos o tres años si no recuerdo mal. La verdad es que estaba genial.
Pero llegué al IES Jaume I de Borriana y en el primer claustro nos informaron de que un compañero del departamento de informática había diseñado una APP para android llamada Cuaderno del Profesor y que era gratuita y operativa 100%.
Anda que tardé poco en probarla. Y pobre Fran, la que le cayó encima. La aplicación funcionaba a las mil maravillas, hacía todo lo que yo quería y si alguna vez me atascaba, ahí estaba Fran para sacarme del atolladero. Y ahí sigue aún, jejeje. Pobre. La verdad es que estoy muy contento con ella. Gratuita y sin limitaciones, pero con publicidad, que tampoco es muy molesta. Yo la quité enseguida, pues por 5€ desaparece y tienes la aplicación de por vida. Es el complemento perfecto de Schoology, aunque ya solo lo uso para notas, y algunas anotaciones de comportamiento, porque el control de ausencias hay que hacerlo por Itaca. Además, al llevarla en el móvil te puedes mover por el aula e ir haciendo anotaciones.
Anda que tardé poco en probarla. Y pobre Fran, la que le cayó encima. La aplicación funcionaba a las mil maravillas, hacía todo lo que yo quería y si alguna vez me atascaba, ahí estaba Fran para sacarme del atolladero. Y ahí sigue aún, jejeje. Pobre. La verdad es que estoy muy contento con ella. Gratuita y sin limitaciones, pero con publicidad, que tampoco es muy molesta. Yo la quité enseguida, pues por 5€ desaparece y tienes la aplicación de por vida. Es el complemento perfecto de Schoology, aunque ya solo lo uso para notas, y algunas anotaciones de comportamiento, porque el control de ausencias hay que hacerlo por Itaca. Además, al llevarla en el móvil te puedes mover por el aula e ir haciendo anotaciones.
Por otro lado, aunque puedes evaluar por rúbricas, he descubierto este año una herramienta impresionante para eso, CoRubrics, de Jaume Feliu. Si había usado las rúbricas siempre había sido imprimiéndolas en papel, así es que no probé las de Fran ni las que se podían hacer con Schoology. Y cuando me ha dado por usar las rúbricas en serio ha sido cuando he encontrado LA HERRAMIENTA. De verdad, es impresionante.
Y para acabar, este mundo de la tecnología está loco y va demasiado deprisa. No hará ni una semana que descubrí un Cuaderno del profesor para evaluar por competencias del mismo autor de CoRubrics, Jaume Feliu. No me dan tiempo a asentarme con una herramienta cuando ya han salido dos más. De momento estoy probando con los cursos de proyectos y si funciona, le daremos una oportunidad con los cursos tradicionales. Solo hay un inconveniente, está basada en Google Sheets y por tanto de nuevo dependeré del PC. Veremos.
Por el momento, Blogger para este blog, Schoology como plataforma de conexión con los alumnos, El cuaderno del Profesor en el móvil de Fran Meneu, el uso de Drive y google sites pra elementos fijos que ya veremos... y la última o penúltima incorporación, el complemento CoRubrics para evaluación con rúbricas...
Seguimos...
Por el momento, Blogger para este blog, Schoology como plataforma de conexión con los alumnos, El cuaderno del Profesor en el móvil de Fran Meneu, el uso de Drive y google sites pra elementos fijos que ya veremos... y la última o penúltima incorporación, el complemento CoRubrics para evaluación con rúbricas...
Seguimos...
¡Interesantísimo aporte compañero! Tienes toda la razón, el mundo de las aplicaciones va un ritmo frenético y cuesta muchísimo cogerle el ritmo. (No tengo ni idea de a lo que te refieres con el asunto de las rúbricas). Me alegra saber que sigues en el candelero y al pie del cañón. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarNo me puedo creer que no sepas tú lo que son las rúbricas. Si tú fuiste el primero al que le oí hablar de las competencias y hace tiempo ya de eso... Amos anda.
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