Cada día una cita

miércoles, 1 de mayo de 2019

Evaluación con rúbricas a través de @CoRubrics

Con el cambio metodológico introducido en el aula a nivel personal, pronto me di cuenta de que la evaluación tradicional y acostumbrada no valía ya. Al menos como única fuente de información. Yo he pasado por todos los estados. Desde valorar única y exclusivamente las notas de los exámenes en mis primeras sustituciones a ir incorporando los porcentajes de Contenidos, Procedimientos y Actitud hasta llegar a las etéreas Competencias.
Ahora yo sí puedo dedicarme a evaluar competencias porque les obligo a trabajar ciertas competencias y las evalúo. Pero este invento, hoy por hoy, no es más que una farsa. Seguimos trabajando igual y evaluando prácticamente con exámenes y luego buscamos qué competencias encontramos en lo que hemos hecho... Es decir intentamos meter competencias con calzador en lo que hemos estado haciendo siempre. Es necesario algo más por parte de la administración para que podamos evaluar realmente por competencias y ese algo más no es otra cosa que una adaptación de los contenidos y sus procedimientos a las nuevas competencias.

Siempre me he preocupado de que mis alumnos supieran de dónde salía su nota. Lo más "objetivo" es la nota de los exámenes escritos, tantos exámenes, sacamos la media y me sale un 5,4. Más subjetivos son los procedimientos... No he sido muy metódico yo en eso. Los trabajos entregados, la presentación de los exámenes y sobre todo la libreta... Y a ojo, pues una nota... Tachones, faltas, aseo, fechas, enunciados, tareas, correcciones... Pero ya digo, por encima. Y qué decir de la actitud. Más subjetivo aún. Trabaja o no trabaja, se porta bien o no, hace tareas voluntarias, participa en clase... Pues al final de un trimestre... Pues más a ojo aún. 
Total al final la parte más importante sigue siendo la nota del examen. Hasta para los alumnos. Estos solo se acuerdan de la libreta y la actitud cuando tienen un 4,35 en la media de exámenes. "Maestro, yo me he portado bien y te he hecho todos los deberes..." Pero ojo, cuidado con suspender a un alumno cuya media de exámenes escritos sea 5,3, aunque no haya entregado la libreta, ni se haya leído los libros de lectura y se haya portado como el culo en clase... Al día siguiente tienes a los padres poniendo el grito en el cielo porque has suspendido a su niño con un 5,3...
Pues bien, yo creo haber solucionado este tema. En mi caso claro. O al menos he minimizado los riesgos de la excesiva subjetividad. Sigue habiéndola, pues en muchas actividades es el criterio del profesor el que evalúa de manera subjetiva lo que hace el alumno. Pero de alguna manera me he guardado las espaldas intentando justificar mis notas.
En primer lugar, explico a principio de curso, incluso lo tienen en el material que entrego, los porcentajes y mi manera de evaluar. Utilizo diferentes herramientas de evaluación y se explican antes de cada trabajo, tarea o actividad. Todos antes de empezar saben lo que tienen que hacer y sobre todo, cómo se les va a puntuar y por qué conceptos. De entre todas las herramientas (observación directa, portfolio, cuaderno de equipo, pruebas escritas...) la que más me ha facilitado la vida en este aspecto ha sido la rúbrica. Ahora mismo, rara vez realizan una actividad sin que haya de por medio una rúbrica. Infografías, booktubers, esquemas, narraciones, noticias, exposiciones orales... Todas tienen una rúbrica específica que me facilita mucho la tarea de valorar el desempeño del trabajo. Y como saben de antemano lo que tenían que hacer es muy fácil justificar (lo hacen ellos mismos) la nota. Se han reducido las protestas y explicaciones en un 90%. (así a ojo eh... ). Vamos que apenas tengo quejas ni peticiones de explicaciones.

Descubrí la rúbrica en el curso 2015/16, pero era una rúbrica en papel y simplona (escalas de observación, más que rúbricas). Al principio echaba mano de rúbricas que encontraba ya hechas. Pero como siempre me pasa, necesito adaptarlas y pasé a hacer tablas de word hasta que descubrí Rubistar. Mucho más cómodo. ¡Dónde va a parar! Pero el año pasado descubrí una plantilla de google llamada CoRubrics que hacía lo mismo que Rubistar, pero integrado en Google Drive. En cualquier caso los usaba igual. Hacía la rúbrica y la imprimía en papel para que los alumnos las rellenaran y yo rellenaba las mías. Luego había que pegarse la paliza de corregirlas, sacar los porcentajes y transformarlas en notas numéricas. Un faenón importante. Y si además te llevas mal con los números y los porcentajes porque eres de letras... Por otro había algo de lío con CoRubrics, porque los tutoriales que había hablaban de una plantilla y eso había dejado de existir porque se había transformado en un complemento de Google. Me costó entenderlo pero por fin lo hice.
Y este año ha sido el verdadero descubrimiento de CoRubrics como lo que realmente es. Una auténtica maravilla. Una potente herramienta de evaluación que aunque es un poco complicadita al principio, si como yo no te llevas bien con las hojas de cálculo, cuando le pillas el tranquillo, acabas enamorado de ella. Bueno, yo ya no concibo la evaluación sin CoRubrics. Aunque parezca exgerado, me ha cambiado la vida y me la ha simplificado. Ejemplo: Evaluación, Autoevaluación y Coevaluación de unos 80 alumnos en una horita... Y sin gastar un mísero folio. Y todo esto gracias a un profesor de aquí, nada de yanqui, ni sueco, ni gaitas. De aquí, catalán para más señas. @jfeliua 
Aunque os dejo al final el enlace a un videotutorial realizado por el propio Jaume Feliu, os explico brevemente por qué es impresionante esta herramienta si utilizas o tienes pensado utilizar la rúbrica como herramienta de evaluación.

Una vez tienes instalado el complemento, lo activas y creas la plantilla con una hoja de cálculo de Google (Sheets). La rellenas a tu gusto como si fuera una tabla de word o una plantilla de Rubistar


Una vez creada la plantilla, rellenándola debidamente con los alumnos y sus correos electrónicos, mediante un script te convierte esa plantilla en un formulario de google, donde puedes seleccionar al alumno correspondiente y evaluarlo a golpe de click.



Y una vez tienes a todos los alumnos evaluados con el formulario es cuando viene la magia. Sobre todo para un torpe de letras como yo. Además como podéis ver en la hoja, con el mismo formulario se puede hacer la evaluación del profesor, la autoevaluación de cada alumno y la coevaluación de los compañeros. Lo dicho. Magia, porque te saca los resultados en segundos en una hoja de cálculo, que además puedes retocar si hay fallos o errores...


A la izquierda del todo están los nombres de los alumnos, que he eliminado porque no vienen a cuento, jejeje. Como dijo aquel insigne torero IM-PRESIONANTE. En serio, si estás evaluando con rúbricas y no usas CoRubrics estás malgastando el tiempo. Por cierto, que no lo he dicho, la herramienta es gratis.

Por último, cada nota que saco, y son varias a lo largo de un trimestre las cuelgo de manera pública a cada alumno, claro está, para que cada uno vea en todo momento su progresión. Para eso utilizo Schoology, plataforma de gestión de aula que permite el acceso hasta a los padres. Hace ya tiempo que ningún padre puede venir a decirme, ¡Vaya sorpresa. Mi niño ha sacado un 3! Todo está en schoology. Lo malo es que muy pocos padres se asoman por la herramienta. Pero yo al principio de curso doy toda la información...

Lo dicho, os dejo el enlace al 


Un saludo y espero que os sea de utilidad... Y si alguien tiene alguna duda o necesita ayuda con el complemento, aunque tenéis a Jaume a mano, si os puedo echar una mano, por aquí ando, que yo ya me he dado de cabezazos contra la herramienta y donde os atasquéis vosotros ya me habré atascado yo.

jueves, 25 de abril de 2019

ABP Aprendizaje Basado en Proyectos

Está de moda el ABP y como todo en esta vida tiene defensores y detractores.
En entradas anteriores (parezco el inicio de un capítulo de una serie de esas actuales...) ya anticipé que hice mis pinitos en el trabajo cooperativo y poco a poco fui acercándome de manera particular al Aprendizaje Basado en Proyectos. Como siempre, en frío, experimentando. Pequeñas cosas. Productos finales simples, como Infografías... En fin, que de ABP nada. El año pasado sí puedo decir que ya hubo un proyecto en 2º de la ESO con el Taller de Haikus. El proceso fue muy bien, para ser el primero que hacía, pero el resultado final no me acabó de convencer. La próxima vez saldrá mejor, porque el trabajo promete. Podéis ver aquí el resultado de aquel proyecto.


Se trata de una actividad cooperativa de lectura, análisis, y creación de Haikus con el fin de reconocer las características principales del género lírico. La actividad está basada en un trabajo final de máster llamado La fábrica de Haikus de Fertxu Izquierdo, adapatado para 2º de la ESO en este caso.
Siempre prisionero de los contenidos del currículum (algún día romperé las cadenas) aproveché el estudio de los géneros literarios para abordar el del género lírico a través de este taller. Las encuestas iniciales y finales demostraron que en general se lo pasaron bien y se acercaron a la poesía con curiosidad. Claro, pero dediqué casi un mes... ¡Horror, el temario! Disfruté como un enano. Además estoy muy satisfecho porque conseguí que mi compañera Ana que daba clase a los otros tres segundos se apuntara al taller. Y pudimos incorporar además al departamento de plástica para decorarlos. Por tanto esto ya se parecía más a un verdadero ABP, aunque seguía sin estar estructurado en las fases que se establecen para un ABP, ni el producto final acabó siendo lo que yo pretendía...

Este año sí, estoy trabajando por fin por proyectos. En mi centro, el IES Jaume I de Borriana se ha producido un cambio metodológico introduciendo desde el curso pasado el ABP en 1º de la ESO. Este año se está trabajando por proyectos en 1º y 2º de la ESO. Yo estoy con un proyecto de MODA, para luchar contra los estereotipos de género, con mi compañera Rocío en 2º de la ESO. Los dos somos del departamento de Lengua Castellana y Literatura y se me hace raro estar 10 horas semanales hablando de historia, de moda, de estereotipos, de coser, de aserrar...

Por otro lado, ya a nivel particular he realizado un proyecto en 3º de la ESO, cuyo producto final ha sido una infografía-guion de análisis de la oración simple. Estoy muy contento con el trabajo realizado, con la implicación de la mayoría de los alumnos y con el resultado. Me ha convencido más el proceso que el resultado final.  Siendo estrictos y rigurosos con lo que es un proyecto ABP el producto final no se ajustaría al estandar, jejeje. Pero, ha sido la primera vez que he visto trabajar a mis alumnos la morfosintaxis, por lo menos no a disgusto (tampoco daban palmas con las orejas, todo hay que decirlo), pero los he visto motivados, en general.

En fin tres experiencias ejemplificantes de cómo veo yo el ABP.

Proyectos de asignatura: La oración simple
Proyectos de ámbito: El taller de Haikus
Proyectos interdisciplinares y transversales: La Moda

Las diferencias son sencillas. En el primero un profesor lo puede desarrollar solo en su aula y con su materia trabajando contenidos propios de su asignatura. En el segundo se trata de implicar a algún profesor más de la propia asignatura o de asignaturas de ámbito o cuya relación tenga sentido y donde se trabajen contenidos de ambas asignaturas (yo no metería más de dos). Y por último, lo más difícil, implicar a un grupo de profesores de un curso o un ciclo para trabajar codo con codo en el diseño de proyectos multidisciplinares. No es fácil y el apoyo de la dirección es prácticamente obligatorio. Además, es necesaria la implicación de profesorado definitivo del centro, pues se impone una planificación, en la que difícilmente puede participar el profesorado interino, cuando nos incorporamos el 1 de septiembre a nuestros destinos. En muy pocos centros voy a encontrarme el ABP de forma institucional, es decir como metodología de trabajo de centro y por tanto yo voy a seguir centrándome en proyectos de asignatura y en la medida de lo posible "engañando" a algún que otro incauto... Je, je, je.

Crearé entradas específicas explicando cada uno de los proyectos. Pero en general debo decir que me encuentro muy cómodo. Sobre todo en los dos primeros. En el multidisciplinar ando más en tensión, pues no controlo yo el cotarro. Somos dos profesores en el aula y los contenidos se escapan de mi asignatura. En cualquier caso es cambiar el chip. Dejamos de ser protagonistas para pasar a ser guías. Y es lo que más me gusta. Lo que menos, los momentos de dispersión y algarabía, que se producen, más veces de las que me gustaría. Pero me voy acostumbrando. A veces me cuesta eh...

En los otros dos, al tratarse de contenidos de mi propia asignatura y los domino más, me encuentro mucho más cómodo. También hay que cambiar el chip y pasar de protagonista a profesor sombra, que va pululando por el aula, negándose a contestar a todo lo que preguntan directamente y ayudándolos a encontrar las respuestas en otros sitios. Me encanta. Porque no están acostumbrados y me lo preguntan todo. Mis respuestas son siempre las mismas: no estoy, yo que sé, yo de eso no sé nada... Al principio se enfadaban, pero ya van entendiendo la mecánica y estoy encantado. El ambiente en clase, este año, no así el pasado, ha mejorado una barbaridad. También hay que reconocer que algunos alumnos llevan conmigo 3 años ya, como comenté en la entrada del trabajo cooperativo y eso se nota. Prácticamente, apenas hay exámenes y sí evaluaciones constantes, mediante observación directa, portfolio y con rúbricas. He llegado a las evaluaciones con una idea mucho más clara de lo que saben mis alumnos con la mitad de exámenes escritos. Además he llegado evaluando las competencias, que difícilmente puedes evaluar de manera correcta mediante clases magistrales y exámenes escritos. En el proyecto han trabajado en grupo, han buscado información, han creado contenido, han practicado, han creado ejercicios para que otros compañeros practiquen, han hecho exposiciones orales, han usado las nuevas tecnologías (menos de lo que yo quisiera), se han autoevaluado y coevaluado a sus compañeros y para finalizar han realizado una prueba escrita utilizando el producto final del proyecto, el guion... El trabajo de los dos meses ha sido intenso y constante, por su parte y por la mía, pero el final del trimestre ha sido de lo más relajado, pues la evaluación ha sido progresiva. De la otra manera, el final del trimestre es agotador, lleno de trabajos y exámenes que corregir en la última semana. Vamos, que no hay color.
Ahora ya no soy capaz de pensar en los contenidos de lengua y literatura sin pensar en cómo demonios podría ver esos contenidos mediante un proyecto. Y ya os digo que no es nada fácil.

En cualquier caso os animo a dar el salto y experimentar la adrenalina del ABP, pero iniciándoos antes en el trabajo cooperativo. Hay suficiente información en la red de ambas cosas. Yo ya he perdido la cuenta de los cursillos online que he realizado de las dos cosas. Además la formación del centro me ha ayudado mucho complementando lo que yo ya había ido trabajando por mi cuenta.

Si tenéis alguna duda usad los comentarios e intentaré resolverla.

Un saludo.

jueves, 7 de marzo de 2019

Trabajo cooperativo

El trabajo cooperativo fue el motor de mi cambio. Hace 4 cursos, en Villarreal, en el IES Broch i Llop decidí cambiar el chip, me inicié en moodle primero y en Edmodo hacia el final de curso, pero lo que me acabó de encaminar hacia el lado oscuro, fue el trabajo cooperativo. Bien es verdad, que viéndolo desde la perspectiva actual me echo las manos a la cabeza. Aquello no era trabajo cooperativo ni por asomo. En mi defensa aduciré mi falta de experiencia y mi desconocimiento sobre el tema. Simplemente puse a los alumnos a trabajar juntos alrededor de una mesa, pero poco más. Seguramente fue la necesidad de cambiar lo que me empujó a ello. Había oído o leído cosas así. Recuerdo algunas actividades similares de mi época estudiantil allá por los años 80 con algún profesor envuelto en los MRP. Pero, lo dicho, demasiado atrevimiento por mi parte el llamar a aquello aprendizaje cooperativo. 
Ese verano me puse las pilas y empecé a investigar en serio sobre el trabajo cooperativo y llegué al IES Jaume I de Borriana y empecé a poner en marcha mi nuevo método de trabajo. Comencé el uso en serio de Schoology y algunas estrategias simples de trabajo cooperativo, que no eran muy difíciles de llevar a la práctica. Al principio se trataba de realizar pequeñas investigaciones sobre los contenidos que se trabajaban con el libro y ejercicios en grupo.
Fue David, el PT que trabajaba con los ACIS de mis grupos el que viéndome trabajar así me guió de forma definitiva, pasándome material, textual, visual y auditivo. Aunque algunas cosas ya las hacía yo, sin saber que tenían una estructura y un nombre, todo eso vino a poner orden a mi sistema. Un programa de radio, con una entrevista interesantísima, un vídeo explicativo del método y sobre todo el documento: 

EL PROGRAMA CA/AC (“Cooperar para Aprender / Aprender a Cooperar”) 
PARA ENSEÑAR A APRENDER EN EQUIPO
Implementación del aprendizaje cooperativo en el aula
Pere Pujolàs y José Ramón Lago (Coordinadores)
Mila Naranjo, Olga Pedragosa, Gemma Riera, Jesús Soldevila, Glòria Olmos, Alba, Torner y Carles Rodrigo
Universidad de Vic

Desde ese momento, mi biblia de cabecera. Dinámicas simples, complejas (Spencer Kagan), herramientas varias... En fin, todo para iniciarse y alcanzar con éxito el objetivo de cambiar tu método. Solo falta que los alumnos acompañen. En mi caso he tenido luces y sombras. Durante el primer año en Burriana llevé a cabo el trabajo cooperativo en mis clases de 1º y en 4º de la ESO. En primero bastante bien. Trabajamos de manera cooperativa las categorías gramaticales, haciendo infografías de cada categoría y de los géneros literarios. Luego hacían también ejercicios sobre el trabajo, utilizando las dinámicas Lápices al centro o Folio giratorio, y a veces una versión personalizada que fusionaba ambas dinámicas. Seguíamos el libro de texto, pero trabajando de manera cooperativa. Costó mucho, porque no estaban acostumbrados a trabajar de esa manera y yo tampoco era ningún especialista y también estaba aprendiendo. Había que mejorar muchas cosas, pero el ambiente de clase me encantaba. Sin embargo en el 4º de ESO que tuve, preparé un material propio de Literatura Medieval y Siglo de Oro para trabajar de forma cooperativa las características de cada periodo, género y autor a través de los textos. Debo reconocer que no es fácil, cuando el alumnado no ha trabajado nunca así y tampoco ponen mucho de su parte. Algunos se dedicaron a boicotear las clases, otros no se enteraban de nada por no poner interés en el trabajo y los pocos que lo intentaban lo veían muy difícil porque apenas tenían ayuda. Pues eso, un fracaso. Una de cal y otra de arena, por tanto.
Al año siguiente, de nuevo en Burriana vuelvo a tener 4º, esta vez los dos y además 2º de ESO. Muchos de los alumnos de 2º ya los había tenido en 1º. Resultó muy sencillo empezar a trabajar de manera cooperativa porque ya conocían las dinámicas y los que no había tenido yo el año anterior se engancharon enseguida guiados por los propios alumnos que ya habían trabajado conmigo. Como podéis imaginar trabajar con los 2º fue genial. Además trabajamos ya con un material preparado por mí mismo y pensado ya para trabajar con dinámicas cooperativas. No puedo decir que fuera un éxito de resultados 100%, pero yo empecé a ver los frutos del año anterior. En 4º me volví a estrellar. Y de qué manera. Esta vez con dos grupos en vez de uno. El material ya lo tenía preparado del año anterior y le añadí el intento de gamificación de Class Craft que ya mencioné en una anterior entrada. Nada, no entraron al trapo. Miento. Uno de los dos grupo empezó muy bien, con un primer trimestre espectacular donde aprobaron todos los alumnos en la primera evaluación. No me había pasado en 16 años que llevo trabajando. Trabajaron muy bien, pero a partir del segundo, no sé qué pasó, ni por qué pero el interés y el trabajo empezó a caer en picado en este grupo. En el otro fue peor aún, con boicot constante y protestas generalizadas. Tanto es así, que dados los malos resultados de la primera evaluación decidí hacerles un examen de teoría literaria pura y dura, que es lo que pedían. Si en la primera evaluación habían aprobado solo dos personas en la segunda solo lo hicieron 3, con lo que me demostraron que no era culpa del método. En cualquier caso fracaso total. De nuevo una de cal y otra de arena.
Y yo mirando de reojo a los proyectos de 1º que se iniciaron ese año. No pude participar, pues al ser interino no sabía si podría volver al año siguiente. Me llamaba mucho la atención eso del ABP, aunque también lo miraba con respeto y cierto recelo. Ya hablaremos del ABP en otra entrada.
Lo dicho, de nuevo una de cal y otra de arena, pero esta vez la parte negativa se imponía a la positiva. El hecho de estrellarme precisamente con la parte de los contenidos de mi asignatura que más me entusiasman y que mejor domino y dos años consecutivos me dejó muy derrumbado. Hasta llegué a pensar en abandonar el trabajo cooperativo, pues la pelea diaria, las protestas constantes, el desinterés mostrado abiertamente, a veces hasta animadversión palpable, y por supuesto los resultados finales, no compensaban el tremendo curro que me pegaba yo para preparar todo el material. Asumo mi parte de culpa, pues de alguna manera no supe motivar a mis alumnos. Lo que no puedo entender es el 4º que funcionó perfecto el primer trimestre y luego desistió. Debo reconocer que eso me dejó descolocado. Sigo sin entenderlo.
Ese fue el año en el que los interinos podían decidir repetir centro. Me ofrecieron participar en proyectos de 2º (ABP) y debo reconocer que estuve mucho tiempo hecho un lío. Había quedado tan desanimado con 4º que como he dicho antes, me pensé en serio abandonar el trabajo cooperativo. Por tanto aún me dio más vértigo meterme en el berenjenal del ABP interdisciplinar. Y con las perspectivas de las oposiciones en el horizonte.
Mis compañeros me animaron, mis alumnos de 2º me alegraron el final pidiéndome que volviera al año siguiente y no les gustó que les dijera que no volvería... (Y parecían sinceramente molestos). Eso me dejó tocado y cuando mis compañeros de departamento me sugirieron coger a los terceros  y los proyectos al año siguiente acabé de decidirme. Se trataba de volver a tener a alumnos que había tenido en 1º y en 2º, con lo cual, podía seguir mi proyecto particular y así fue. 
Y aquí estoy de nuevo. Con alumnos que llevan conmigo tres años ya. Esto no me había pasado nunca y tengo mucho interés en saber cómo llegaran a 2º de Bachiller los que lleguen.

He llegado a mi mejor año como docente. No puedo pedir nada más. Doy Proyectos en 2º con mi compañera Rocío que controla el proyecto a las mil maravillas y mis terceros. Problemáticas 0. Algún desencuentro con algún alumno de 2º, pero tan anecdótico que ni yo me lo creo. Los terceros son una maravilla. Problemas 0. Algún caso puntual de objeción, pero 0 disruptivos severos. Los disruptivos suelen tener hasta gracia, fíjate tú. En fin, que miel sobre hojuelas. Disfrutando este año como ninguno. De los segundos como es ABP hablaré en otra entrada que dedicaré al ABP. Y de los terceros solo puedo hablar maravillas. He encontrado alumnos que ya tuve en primero y en segundo. Alumnos que solo tuve en segundo pero se engancharon al cooperativo muy bien. Alumnos que tuve en primero pero no en segundo y los he vuelto a tener este año y están encantados de volver a trabajar como lo hacían en primero. Y alumnos que no tuve ni en primero ni en segundo pero que se han cogido a las mil maravillas gracias a los compañeros que sí se han creído esto del trabajo cooperativo. 
Por tanto todo un éxito este año. Mucho se tendría que torcer la cosa para que no pudiera catalogar este año como el mejor, hasta ahora, de mi carrera docente. Con los terceros material también elaborado por mí pensado para el trabajo cooperativo que está funcionando muy bien y además, introduciendo como el año anterior mini proyectos ABP de asignatura que comentaré en la entrada específica del ABP. Eso sí, no entiendo el ABP sin el trabajo cooperativo, pero sí entiendo el trabajo cooperativo sin el ABP. Ya explicaré esto.

Por tanto, haga o no ABP, lo que no abandonaré ya nunca es el trabajo cooperativo en el que creo firmemente. El trabajo cooperativo me ha permitido desterrar para siempre los deberes en casa tradicionales. Sí mando cosas, porque no se pueden hacer en el aula, pero nunca listados de ejercicios ni tampoco de hoy para mañana. El trabajo se hace todo en el aula y me aseguro de que todos obtienen ayuda, si no de un compañero, de mí. Sigo aprendiendo y afianzando cosas nuevas. Este año me he propuesto hacer uso más serio del cuaderno de equipo y el desempeño de roles de forma sistemática. Paso a paso afianzaré el método.

viernes, 8 de febrero de 2019

Lecturas en la ESO

Uffff. Lecturas en la ESO. Bonito tema. 
¿Obligamos a leer? ¿Fomentamos solo la lectura y luego ya tal? ¿Hacemos examen o mandamos un trabajo? ¿Qué peso tiene en la nota trimestral y en la nota final? ¿Suspenden la asignatura si no se leen un libro? ¿Pedimos un libro o dos por trimestre? ¿Se lo pueden leer en ebook? ¿Lo leen en casa o lo leemos en clase? ¿En caso de leerlo en clase pueden traer el ebook o la tablet (sabiendo que se abrirán las puertas del infierno en tal caso)? ¿Aprovechamos para buscar sustantivos en el capítulo 4 y los textos descriptivos en el capítulo 6 (qué bonitas subordinadas hay en el monólogo interior del capítulo final...)? ...
Con todas estas cuestiones he ido encontrándome en mi largo peregrinar por esos pueblos valencianos.
Intentaré dar respuesta a todas ellas, puesto creo que he llegado a un punto en el que he encontrado la paz interior que necesitaba. No sé si lo que hago es lo correcto o no, pero a mí me funciona más o menos y me ahorra faena a futuro. Vamos por partes.
Todas esas situaciones planteadas al comienzo me las he ido encontrando en cada instituto en el que he podido trabajar. Casi siempre se aborda el tema de manera distinta. No creo recordar ningún instituto en el que se haya repetido la fórmula. Lo que sí se ha repetido es el fracaso en nuestro afán por inculcar la lectura. Nuestros estudiantes no leen y no les gusta leer. Y ya sé que sí hay lectores entre nuestros jóvenes, pero cuesta un mundo engancharlos. Este año me consta que en mis terceros hay un buen puñado de buenos lectores. Leen sin que se lo impongan desde el instituto. Pero ni por esas. Sabiendo a lo seguro que había buenos lectores se me ha ocurrido crear un club de lectura. Pero aunque en principio era para añadir una lectura más, dado el poco éxito (solo se apuntaron 3) decidí que la lectura elegida les sirviera a los miembros como segunda lectura, siempre que participaran en los debates online que organizaremos. Pues siguen apuntados 3. Y ataco a los que sé que son lectores para animarlos, pero silban mirando al techo... En fin, tienen otros estímulos mucho menos exigentes... Pero en ese debate no voy a entrar, siempre tengo las de perder.
Como interino que soy (creo que lo he dicho ya 40 veces), me encuentro con el planteamiento de las lecturas ya hecho cuando llego a los centros. Por ejemplo: Tres lecturas, esta, aquella y la de más allá que a ellos les encantan (como si ese "ellos" fuera una masa homogénea). Uno por trimestre, examen para aprobar y el que suspenda, no aprueba la evaluación... y vale un 10% de la nota... Bueno, Fulanito no hace exámenes, pasa, prefiere trabajos... Rincón del Vago, (ese pozo de sabiduría incomprendida) o en su defecto, Palmira Estébanez (la única que lee) que le salen los trabajos "niquelaos".
Empecemos, pues, con mis decisiones. Y tengo que dar las gracias al centro en el que estoy ahora porque tenemos total libertad para seleccionar las lecturas ateniéndonos a la programación, claro está. Yo he tomado ya unas decisiones y siempre que pueda y me dejen allá donde vaya, las voy a intentar llevar a la práctica.
Yo sí soy partidario de obligar a leer, al menos un libro. Y no es un castigo. Está en mi programación de asignatura. Forma parte de la Competencia Lingüística: la comprensión lectora. Y algunos me diréis: "Se pueden leer textos en clase". También lo hago, pero la lectura, con la que aprovecho para evaluar la comprensión lectora, la enfoco hacia una actividad de entretenimiento (ya noto las risitas por lo bajo, ya). Al menos lo intento y luego explicaré el cómo. Ahora estoy en el por qué. Nunca me ha gustado leer los libros de lectura en clase. Nunca me ha gustado usar esos libros para explicar, reforzar o complementar contenidos... En ese momento deja de verse como un entretenimiento para seguir siendo deberes de lengua. Mi intención con las lecturas es que lo pasen bien y descubran que se pueden entretener con ellas. Y nunca lo conseguiremos buscando adjetivos de dos terminaciones en la página 87.
Soy partidario del examen, o mejor dicho, control de lectura. Nunca del trabajo (Resumen, estructura, personajes, espacio, tiempo, narrador...). Creo que ha quedado explicado más arriba el porqué. Me niego a seguir corrigiendo trabajos de 6 folios sin pies ni cabeza, que solo han hecho como mucho tres y los otros 20 lo han copiado, además, literalmente, hasta comas, puntos y faltas de ortografía. Me parece una auténtica pérdida de tiempo. Me podrían valer si se los tomaran en serio y los hicieran con ganas. Pero puedo contar con los dedos de una mano los trabajitos de marras decentes que han visto estos ojos. Solo admito trabajos en una segunda lectura por trimestre. Es una novedad que planteó el departamento el año pasado. A cambio de no suspender por no leer, obligar a leer dos libros con un peso del 20% en la parte de competencia lingüística, que tiene un 80% de peso en la nota final. Me gustó el año pasado y me gusta este año. Pero si cuesta que lean uno, dos ya ni te cuento. Pues bien. El año pasado fue un desastre la segunda lectura, pero este año la cosa ha mejorado mucho. Cada compañero aplica esto como cree conveniente. Yo he optado por un listado de libros a elegir uno (en 3º por ejemplo son 17 títulos) y del que se hace un examen tipo test con un formulario de google de unas 20-30-40 preguntas, dependiendo del libro. La segunda lectura es de libre elección. Si optan por el listado de obligatorias, pueden hacer también el test. En caso de leer un libro que no está en el listado pueden optar por 4 opciones: Publi-libro, Reseña literaria, Booktuber o Trailer. Estoy siendo muy exigente y poniendo 0 a diestro y siniestro cuando me presentan estupideces. No me corto un pelo. Esta fórmula este año me está funcionando. Está teniendo mucho éxito el booktuber. Los animo a decantarse por este trabajo, porque además les valoro la expresión oral y por ver mucho más claramente quién se ha leído el libro y quién no. Por supuesto he visto booktubers de 2 minutos de un zángano leyendo un papel mal escrito y también booktubers de 25 minutos donde el alumno te demuestra que se lo ha pasado en grande leyendo el libro... Y se nota.
Pero claro, (alguno se estará echando las manos a la cabeza) 17 libros son muchos libros para leernos nosotros como profesores y preparar 17 exámenes, y el día del examen puede ser un caos, cada uno con un libro... 
Esto es lo mejor de todo. Antes, aunque tenía los controles de lectura hechos de algunos de los libros que ibas poniendo, no sé si a vosotros os pasa pero a los dos años ya ni te acuerdas ni de la mitad del libro. Los exámenes redactados cuestan mucho de corregir, si además no te acuerdas de ciertos detalles es un problema. Me he visto en algún aprieto más de una vez. Siempre acabas optando por el solucionario, pero no siempre es fácil hacer un solucionario de un control de lectura. En fin, que encontré la solución a todos mis problemas cuando descubrí los formularios de google. Exámenes tipo test autoevaluables. Rápidos de hacer y les da la nota en cuanto acaban. Además no tienes ni que hacer el examen el mismo día para todos. Conmigo tienen libertad para leer cuando quieran y hacer el examen cuando quieran. Siempre pasa que pones la fecha del control de lectura, normalmente hacia final de trimestre o tras vacaciones y lo de siempre. Los alumnos lectores lo leen en seguida y cuando llegan al día del examen no lo tienen fresco y los que no leen, o se lo leen el día de antes o no se lo leen directamente y optan por un resumen. Los formularios son la solución. Los tengo preparados en mi google sites. Cuando un alumno llega y me pide un control, se lo abro (porque los tengo cerrados), lo hace en 10 minutos y listo. Se vuelve a su sitio sabiendo la nota. 
Claro que el volumen de libros que manejo es porque llevo 4 años leyendo solo literatura juvenil y haciendo controles de lectura. El primer año solo oferté 5, que eran los test que tenía preparados, pero el listado crece año tras año. Y también la variedad. Pues no solo hay que mirar la comodidad para el profesor. Abriendo el abanico de posibilidades es más fácil que los alumnos encuentren algo que más o menos les cuadre. Siempre habrá alguno al que no le guste nada (más de los que quisiera), pero por regla general casi todos acaban encontrando algo que "no ha estado mal". Ya no te pueden echar la culpa de la elección de la lectura, ya que básicamente son ellos los que la eligen de una amplia gama de posibilidades.
Procuro que las temáticas sean variadas, pero entretenidas: Amor, comedia, terror, policíaco, fantasía, aventuras... Lo siento pero se han caído de la lista los de temática, digamos, de educación en valores (solo). Huyo del drama realista, lo siento. Me parecen geniales para inculcar valores de tolerancia, amistad, respeto, etc... pero si no llevan aparejado algún elemento más, como pueda ser el misterio, o la comedia, prefiero no usarlos para fomentar el hábito lector. Bulimia, droga, anorexia, bullying, inmigración, homosexualidad... Me parecen geniales para alumnos que ya tienen arraigado el hábito lector. En caso contrario, pueden ser hasta disuasorios. Me ha pasado en alguna que otra ocasión. Incluso llegándome a decir que aun habiéndoles conmovido la historia... no les ha gustado leer el libro... Prefiero abordar esos temas por otras vías: vídeos cortos, textos argumentativos y debates sobre noticias de actualidad, etc... Insisto en que busco que la lectura sea entretenimiento.

Tras 4 años de ardua labor, el resultado me tiene más que satisfecho. El trabajo continúa y sigo sumando libros. Este mismo trimestre he añadido una novedad en tercero que van a poder leer durante este mismo trimestre. Es otro de los aspectos positivos. Marcar tres lecturas obligatorias a principio de curso te ata de alguna manera las manos. Con mi sistema en cualquier momento puedes incorporar nuevas lecturas que puedes poner a su disposición al día siguiente de haber creado el test.
Estoy muy contento con el listado de libros actual. Y el constante feedback con los alumnos me permite ir eliminando aquellos que peor funcionan. Y si no eliminarlos, cosa que no hago casi nunca, sí advierto que no siempre han gustado esos títulos. Para gustos los colores.
En cuanto a las temáticas, la reina del mambo es el crimen y misterio. Hay a patadas. Donde tropiezo es en las comedias. No encuentro libros que me parezcan no divertidos, sino graciosos, que hagan reír. No doy con títulos que me convenzan. Debe de ser porque tenemos distintas perspectivas. Cosas que se anuncian como novelas desternillantes, divertidas, etc... me dejan totalmente impasible. Me resultan hasta ridículas. Igual si probara a ellos les gustaba, pero no me ha dado por arriesgar. Si encuentro algo para adultos, se complica la cosa para ellos. Este año en mi afán de encontrar este tipo de libros me ha llevado a meter un par de títulos divertidísimos (para mí, claro) pero de muy difícil lectura para los terceros. No me he cansado de advertirlo: "solo para valientes", "lectura complicada", etc... 
Debo reconocer que es difícil hacer reír con un libro. Con muy poquitos libros me he reído yo. Ya sabéis. Si alguien tiene una idea que me la haga saber. Echo de menos libros juveniles de risa. 
La alternativa es la lectura impregnada del enemigo, jejeje. Es decir, novelas basadas en el mundo de las nuevas tecnologías, internet, redes sociales, whatsapp, etc... En ello ando ahora. Algunos autores de literatura juvenil se han puesto a ello y con bastante éxito. Me está gustando y a ellos también. Sin ir más lejos, el año pasado descubrí dos títulos, Pulsaciones y Latidos de la pareja Javier Ruescas y Francesc Miralles que causaron verdadero furor entre mis alumnos. Un auténtico bombazo. Algunos de esos alumnos, que vuelvo a tener este año no paran de preguntarme cuándo sale el tercero... Hacía tiempo que no veía nada igual. ¿El secreto? Lo que acababa de mencionar. Son dos libros cuya historia nos llega a través de los mensajes de whatsapp que se intercambian los personajes. Nada más. No hay narrador. Solo mensajes de whatsapp. Debo reconocer que me daba miedo, pero para nada. Las tramas son sencillas, pero están muy bien hilvanadas. Debo agradecer a los autores el éxito de esas lecturas. Yo los puse en segundo. Podrían funcionar perfectamente en primero y aunque quedan un poco flojas ya para tercero, también podrían funcionar. Si queréis tener éxito entre vuestro alumnado, dadles una oportunidad a estos libros.
Me voy despidiendo ya y si has llegado hasta aquí, y eres docente de los que ponen libros de lectura te voy a obsequiar con mi trabajo por si te puede ser de utilidad. El haberte leído todo este peñazo bien lo merece, jejeje.. 
Suelo recoger mucho material de la red que otros compañeros ponen de manera desinteresada al alcance de cualquiera que lo necesite y eso voy a hacer yo. Mi trabajo está muerto de risa en mi google drive y en mi google sites y es hora de darle algo más de utilidad. He decidido poner a disposición de quien lo desee los controles de lectura que utilizo. En realidad son copias compartidas de las que te descargas una copia para retocar, quitar o poner preguntas como quieras. A día de hoy solo hay un test disponible. Es con el que hice las pruebas. Iré subiendo poco a poco el resto. Un total de unos 45 títulos más o menos, entre 1º, 2º y 3º de la eso y algún titulillo de 4º. Os voy a colocar los enlaces aquí al final para que veáis por un lado las lecturas que tengo disponibles:


Controles de lectura, aunque no podréis ver los tests al estar cerrados para que los alumnos no puedan andar practicando.

Formularios editables, que será donde irán apareciendo los formularios editables para que los podáis usar. Si alguien no ha trabajado con formularios de google, todo esto le suena a chino y necesita que le explique su funcionamiento, no tiene más que decirlo.

No tengo fecha para ir subiendo los formularios, pues desgraciadamente siempre tengo otras cosas que hacer, así es que si alguien tiene interés por algún formulario en concreto que me lo haga saber y lo subiré.

Y por supuesto, si tenéis sugerencias de libros que os hayan funcionado pues ya sabéis. Compartid. Aunque solo sea el título.

Sigo con las opos, jajaja. Que no me merezco mi trabajo.

Un saludo.



viernes, 1 de febrero de 2019

Herramientas de google

A lo largo de los últimos 5 años he ido conformando mi PLE (Personal Learning Environement o Entorno personal de aprendizaje). En realidad lo plasmé en un mapa conceptual y es monstruoso. Seguramente porque no es del todo real. Ahí metí todas las posibilidades de cada una de las herramientas que encontraba. Por ejemplo, herramientas para crear mapas  conceptuales o líneas de tiempo y yo siempre metía varias posibilidades. Total, que el diagrama es bestial y poco funcional. 
En realidad, muchas de esas herramientas están ahí por si acaso, pero no las he utilizado nunca. Otras las he utilizado muy pocas veces y luego tenemos las herramientas del día a día. Las que realmente te ayudan en tu trabajo diario.
Y ahí es donde entra en juego Google. Empiezas con el correo, de ahí al Drive, del Drive a Blogger, Sites, Youtube y a lo que te das cuenta estás interconectando todas las herramientas. 
GMail. En cuanto al correo, teniendo cuentas de correo personales facilitadas por la compañía telefónica de turno, pronto las abandoné, desplazadas por Gmail que era online y no tenías que configurar ningún cliente de correo. 
Y cuando descubrí Drive, se acabó definitivamente y Google llegó para quedarse. No os voy a descubrir a estas alturas el uso del Drive en educación... Pero si alguien todavía no lo usa que le de una oportunidad: almacenaje online, trabajo colaborativo en tiempo real, suite ofimática completita, formularios y encuestas, compartición de documentos de forma inmediata, sincronización con tu disco duro... En fin. A mí me cambió la vida. Siempre andaba trajinando con uno o varios pendrives por los bolsillos sin saber al final en cuál de ellos estaba el documento que necesitaba... Un drive bien organizado te ahorra muchísimo tiempo. He probado Onedrive, Dropbox, y no sé si alguno más, pero bueno, se han quedado como meros almacenes de documentos en la nube. Drive te lleva mucho más allá.
Blogger... Cuando vi la necesidad de crear un blog y busqué posibilidades me surgió esta desde el principio y me resultó muy sencilla. La alternativa, en el momento que yo empecé era WordPress y no era tan fácil de gestionar como Blogger. La cosa ahora ha cambiado y aunque también tengo blog allí, la facilidad de uso de Blogger y la comodidad al tenerlo conectado con Drive es suficiente para que no de el salto definitivo a Wordpress. En ello estoy, eh, pero queda lejos. En cualquier caso el poco uso que le he dado a este recurso del blog estos últimos años se ha debido a que su función ha sido asumida por otras herramientas como Schoology y la página web de Sites. Ahora le he cambiado la utilidad.
Sites. Tampoco es que vaya a hacer alarde de página web. No pretendo tener una página supermegaguay. Me interesa que sea funcional. Es sobre todo un escaparate donde colocar los trabajos, las lecturas, las rúbricas, los formularios y todo aquello que deba subir a una web para compartirlo con mis alumnos o para que los alumnos tengan acceso a materiales realizados por mí. Normalmente Schoology es un faro que dirige su luz hacia aquí. Algunas cosas las hago directamente en Schoology, pero otras las enlazo allí para que vengan aquí. Bien es verdad que Sites es muy simple. Ha mejorado estéticamente con la nueva versión, pero continúa siendo simple. Por eso me gusta, no hace falta mucho, ni conocimientos de programación html5, ni CSS ni gaitas, para manejarse bien con ella. He probado otras cosas para crear webs gratuitas y sí, son mucho más profesionales, pero también más complejas y llenas de publicidad. Mis pinitos tengo en algunas, pero tampoco me lanzo a dar el salto. Con lo que tengo en Sites me conformo. Y ya digo no hago alarde de nada extraordinario. Por ahora todo funcional. ¿Comodidad? Estar conectada a Drive y poder colgar, formularios, fotos documentos con suma facilidad. Está en construcción, Enredandoconlalengua.
Youtube. Más de lo mismo. El hecho de estar conectado con todas las herramientas de google, hace que insertar un video en blogger o en sites sea sumamente sencillo.
Classroom. El freno. Debería ser la opción que sustituyera a Schoology. Vendría a interconectar todo lo anterior y convertirse además en cuaderno de trabajo del profesor. Tiene que avanzar aún bastante para convertirse en suite de gestión de aula y poder desbancar a Schoology o a cualquier otra herramienta de gestión de alumnos o plataforma de e-learning. A día de hoy están probando la libreta de calificaciones y por eso todavía está lejos de serme útil. Aunque puedo conectar con los alumnos, proponerles trabajos, enviarles mensajes, establecer debates, etc... No se puede llevar el control de notas. Cuando lo implementen veremos si vale la pena.
Además algunos profesores están implementando plantillas y complementos basados en Google que llevan ya un par de años, pero principalmente este año, facilitando mucho mi tarea docente. Principlamente el complemento CoRubrics, la plantilla del Cuaderno Virtual del profesor y recientemente descubierto un Generador de exámenes de Google Forms
Esta última plantilla de @gerva_fernandez te permite crear un banco de preguntas del que seleccionar luego la cantidad que desees para crear un formulario de Google. Ideal para hacer exámenes tipo test variados sobre el mismo tema. Me está resultando muy útil.
Las otras dos herramientas, el complemento CoRubrics y la plantilla del Cuaderno del profesor, ambas de @jfeliua tendrán capítulo propio por su trascendencia en mi labor docente actual.

viernes, 25 de enero de 2019

Gamificación

Intento tímido en el curso 2016-2017 por introducir la gamificación en mis clases. Tampoco sabía muy bien qué era eso, pero como me gusta jugar... Me lancé a probarlo. Fue muy simple. Imprimí emoticonos de esos amarillos de varias formas y tamaños, para ir repartiendo en función de si hacían o no hacían, si se comportaban bien o no, etc... Cada 5 emoticonos pequeños recibían uno grande. Y poco más. Era un poco lío andar toda la hora con los emoticonos por la clase. Se pasaban la hora pidiendo emoticonos porque: "habían sacado el lápiz", "porque habían copiado un enunciado", "porque no se habían levantado"... En fin, que tuve que restringir tanto, que al final se me olvidaba darlos. Además algunos no me los devolvían o se perdían...

Pues eso, que no le vi mucha utilidad. Intento de gamificación muy básico, pues principalmente los daba cuando hacíamos algún tipo de ejercicio competitivo. Tampoco me gustó lo de la competición.

Curso 2017-2018. Ya con más tiempo, dediqué el verano a investigar eso de la gamificación y di con dos herramientas que me parecieron interesantes. Una ClassDojo, para primer ciclo de la eso. Era lo mismo que los emoticonos, pero digital. En realidad es más completo, pero tampoco me funcionó. Las razones un poco parecidas. Se pasaban la hora pidiendo positivos para ver el muñequito. Lo interesante de ClassDojo es que lo tienen en el proyector o en la pantalla digital y ellos van viendo los positivos y negativos que reciben al momento. Pasaban más tiempo mirando la pantalla que a mí...Otra ventaja era la comunicación con los padres. Se enteraban al momento de todo lo que pasaba en el aula. Tampoco resultó muy efectivo, pues algunos padres no podían conectarse, otros no recibían las notificaciones... En las aulas de 1º las pantallas digitales iban fatal y muy lentas y en las de 2º, a veces no iba el proyector, otras veces no iba internet... Con lo que perdía un poco la razón de ser, que vean los positivos y negativos al momento. Nada. En 2º acabé llevando un control de positivos y negativos pero solo para mí, para poner al final la nota de actitud y en primero, ponía la aplicación cuando podía. O sea, que un desastre.

Peor fue en 4º de la ESO. Lo del ClassDojo me parecía demasiado infantil para 4º, pero encontré ClassCraft y me encantó. Pero claro a mi me van los juegos. Su interfaz es muy gamer y cometí el error de pensar que todos los alumnos se implicarían en el juego. Nada más lejos de la realidad. Después de pegarme el curro del siglo para configurar la página, crear las clases, los eventos, las pruebas, la experiencia, las insignias rollo Juego de Tronos... No le hicieron ni puñetero caso. Al final resultó demasiado gamer. No a todos los alumnos les gustan los videojuegos, o al menos no estos videojuegos con estética MMOPRG. Tan solo un par de alumnos de entre las dos clases de 4º mostraron cierto interés. Darse de alta en la web, unos 5, pero nadie llegó a utilizar su personaje. Al mes había abandonado todo el trabajo del verano por falta de interés del alumnado. Seguramente tampoco lo supe vender, aunque el alumnado tampoco puso mucho entusiasmo. Al final solo pude aprovechar lo de las insignias de Juego de Tronos, y solo durante el segundo trimestre, pues tampoco tuvieron mucho interés en las insignias. Si hacían las tareas con las que ganaban experiencia para las insignias, era más bien por subir nota. Estaban pensadas para ambas cosas...

Total, que mi primera aproximación a la gamificación fue un verdadero desastre. Tanto es así que había abandonado la idea de gamificar el aula... Hasta este curso.

El rollo Classcraft no me convence del todo, aunque he encontrado no hace mucho una aplicación/web a nitad de camino entre Class Dojo y Classcraft. Se trata de My Class Game. Igual le doy una oportunidad. Tiene una gestión parecida a Classcraft, pero sin la estética tan gamer.

No estoy muy convencido de gamificar todo el contenido del curso, pero lo analizaré con paciencia. Lo que sí estoy decidido es a introducir el Escape Room en mis clases. Tengo muchísimas ganas. Ya estoy maquinando un par y espero que tengan mejor acogida que mis intentos de gamificación anteriores... 

Iré informando...

viernes, 11 de enero de 2019

Plataformas educativas y cuaderno de clases

Mi inquietud por las nuevas tecnologías me llevó pronto a buscar dos herramientas que marcarían mi manera de trabajar y de organizarme. Por un lado, lo que llamaré una plataforma educativa y por otro, un cuaderno del profesor tecnológico, que sustituyera al cuaderno de colorines que te daban cada inicio de curso. En algunas ocasiones me tocó comprarlo, buscando algo más completo, por lo simple que era el que me daba la administración. Yo soy un desastre, pero cuando me organizo quiero el mayor orden posible.
Empecemos por la plataforma. Empiezo a ver la necesidad de compartir documentos, ejercicios, esquemas... con mis alumnos para completar o sustituir algunos de los contenidos que no me gustaban de los libros de texto. Empecé con herramientas de creación de contenidos digitales, como JCLIC, o Hot Potatoes y hasta hice mis pinitos con EXE Learning, 




pero necesitaba algo más y empecé a buscar plataformas que me permitieran crear cosas o implementar lo que hacía con las mencionadas herramientas y además almacenar para compartir. Di pronto con la Plataforma Moodle. Con ella me inicié, pero debo reconocer que mi experiencia con ella no fue muy positiva. El no conocerla muy bien, el encontrarme con tres versiones diferentes en tres institutos diferentes, el no poder tener el control total de la herramienta, la poca experiencia de los alumnos... me hicieron buscar al tercer año alguna alternativa. Di con Edmodo en el tercer año de intentar usar Moodle. Estuve probando cosas, me gustaba más por su apariencia de red social, no tan fría como Moodle, pero me frenó el hecho de que no podía gestionar las notas dividiendo el curso en trimestres. Desconozco si ya se puede hacer, pero eso fue lo que me hizo decantarme por Schoology, muy similar a la anterior, pero esta sí te permitía organizarte el curso a tu antojo, trimestres, semestres, cuatrimestres, etc... Así es que le di una oportunidad y con ella sigo desde hace tres años, ampliando su uso año a año. Al principio era un simple almacén de contenidos, pero poco a poco fui dándole un mayor uso, pues como plataforma tiene mucho potencial. Y lo mejor, gratuita.




En realidad lo que la diferencia de Moodle es su apariencia de red social, como ya he dicho, que la convierte en algo más amigable, parecida a Facebook. Moodle la veía muy fría, y la comunicación con los alumnos un poco caótica. Además Schoology te permite también tener comunicación con los padres, una libreta de calificaciones, y aunque Moodle tiene más variedad de recursos, con los que tiene Schoology me sobra. Y sobre todo lo que me acabó por decantar hacia Schoology fue el hecho de que no tienes que instalar nada pues va todo por web. Con Moodle, tenía el inconveniente de que al ser interino, cambio constantemente de centro y tengo que andar haciendo copias de seguridad para llevarme mis cursos allá donde voy. Luego hay que cargarlo en el nuevo instituto y que todo vaya sobre ruedas. Si no, tienes que ir pidiendo ayuda al responsable de Moodle del centro ante cualquier imprevisto... El control de Schoology lo tienes tú y siempre es el mismo, vayas donde vayas. 
Fue asentarme con Schoology y abandonar JCLIC, Hot Potatoes, etc... Además me parecía un rollo la manera de incrustar las actividades con estas herramientas. Con las que incorpora Schoology voy servido y todo queda bien situado dentro de cada curso.
Problema. Aunque cada vez más alumnos se incorporan a Schoology, no lo puedo imponer de manera obligatoria, pues hay alumnos que no tienen ordenador y/o conexión a internet. Otros no se dan de alta por puro desinterés (al no ser obligatorio...), algunos no se aclaran y prefieren pasar antes que pedir ayuda, etc... Por tanto, Schoology aun hoy sigue siendo más informativo, aunque este año ya he incorporado la libreta de calificaciones plenamente operativa. Solo lo he conseguido este año, pues no sé si lo he dicho ya, pero soy de letras y los numeritos y yo no nos llevamos muy bien. Me daba miedo que los porcentajes no los calculara bien, por no ponerlos bien, que las medias no fueran correctas, por la configuración trimestral, por las actividades voluntarias, que a algunos les contaba y a otros no, etc... Pero sobre todo porque al no estar todo el mundo dado de alta necesitaba una alternativa aunque solo fuera por el control de asistencia, comportamiento y notas. 
Y llegamos así a la otra herramienta. El cuaderno del profesor. En cuanto empecé a buscar alternativas al cuaderno en papel, todas las flechas señalaban a la aplicación de IOS, la del IPad. Solo había un problema, yo no tenía IPad, jejeje. Había que buscar alternativas en android. Probé unas cuantas, pero nunca me decidí por ninguna, por una sencilla razón, no podía probar si funcionaban plenamente. Algunas te dejaban probar gratis, solo un mes... Otras no tenían límite de tiempo pero solo te dejaban gestionar 5 alumnos, o un grupo, etc... Es decir que no encontré ninguna aplicación que pudiera probar de manera completa. Además, ninguna de las que probaba me convencía al 100%. Siempre había algo que no me gustaba o que no me acababa de convencer o que no podía probar plenamente... Intenté versiones con hojas de cálculo, para PC hasta que di con una alternativa interesante. Un cuaderno del profesor basado en los cuadernos de papel, pero elaborado con hojas de cálculo de google docs. Además lo podías retocar y ajustártelo a tu gusto y eso hice con ayuda de mi tío que controla eso de las hojas de cálculo. El problema es que había que tener tres hojas por grupo, una de control de asistencia, otra de notas y otra de seguimiento de la programación. Y otro inconveniente es que necesitabas un ordenador en el aula. Al princicipo de usarlo no en todas las aulas había. Aún así estuve con esa alternativa dos o tres años si no recuerdo mal. La verdad es que estaba genial. 
Pero llegué al IES Jaume I de Borriana y en el primer claustro nos informaron de que un compañero del departamento de informática había diseñado una APP para android llamada Cuaderno del Profesor y que era gratuita y operativa 100%. 





Anda que tardé poco en probarla. Y pobre Fran, la que le cayó encima. La aplicación funcionaba a las mil maravillas, hacía todo lo que yo quería y si alguna vez me atascaba, ahí estaba Fran para sacarme del atolladero. Y ahí sigue aún, jejeje. Pobre. La verdad es que estoy muy contento con ella. Gratuita y sin limitaciones, pero con publicidad, que tampoco es muy molesta. Yo la quité enseguida, pues por 5€ desaparece y tienes la aplicación de por vida. Es el complemento perfecto de Schoology, aunque ya solo lo uso para notas, y algunas anotaciones de comportamiento, porque el control de ausencias hay que hacerlo por Itaca. Además, al llevarla en el móvil te puedes mover por el aula e ir haciendo anotaciones. 
Por otro lado, aunque puedes evaluar por rúbricas, he descubierto este año una herramienta impresionante para eso, CoRubrics, de Jaume Feliu. Si había usado las rúbricas siempre había sido imprimiéndolas en papel, así es que no probé las de Fran ni las que se podían hacer con Schoology. Y cuando me ha dado por usar las rúbricas en serio ha sido cuando he encontrado LA HERRAMIENTA. De verdad, es impresionante.





Y para acabar, este mundo de la tecnología está loco y va demasiado deprisa. No hará ni una semana que descubrí un Cuaderno del profesor para evaluar por competencias del mismo autor de CoRubrics, Jaume Feliu. No me dan tiempo a asentarme con una herramienta cuando ya han salido dos más. De momento estoy probando con los cursos de proyectos y si funciona, le daremos una oportunidad con los cursos tradicionales. Solo hay un inconveniente, está basada en Google Sheets y por tanto de nuevo dependeré del PC. Veremos.

Por el momento, Blogger para este blog, Schoology como plataforma de conexión con los alumnos, El cuaderno del Profesor en el móvil de Fran Meneu, el uso de Drive y google sites pra elementos fijos que ya veremos... y la última o penúltima incorporación, el complemento CoRubrics para evaluación con rúbricas... 

Seguimos...

sábado, 5 de enero de 2019

Webquests, Miniquests, Cazas del tesoro y Enigmas

Además de este blog, estos fueron los primeros recursos con los que pretendía innovar y cambiar las cosas. 
Como recursos me entusiasmaron porque era tratar los contenidos de otra manera. En vez de dar yo los contenidos los tenían que buscar mis alumnos. 
Pronto empezaron los inconvenientes. No era una actividad para poder hacer en el aula por falta de medios. No se pueden tener libros de consulta variados y suficientes en el aula para 25/30 alumnos. Ni qué decir de los medios tecnológicos. Por aquellos tiempos ni siquiera había ordenador en todas las aulas y disponer con regularidad de un aula de informática era descabellado. 
Así es que la solución estaba en realizar esas actividades en casa. Y aparecieron dos nuevos inconvenientes. Como no todo el mundo tenía ordenador en casa y/o internet (aún hoy sucede) pasaron a ser actividades voluntarias, de refuerzo de contenidos vistos en clase. Los cambios metodológicos en el aula se esfumaron. El segundo inconveniente era lo poco acostumbrados que estaban, y aún están, a trabajar con las nuevas tecnologías. Me van a perdonar, pero los sacas del móvil, como mucho la tablet, y del whatsApp, del instagram y del snapchat y están más perdidos que un pulpo en un garaje... Nativos digitales dicen...  Los resultados en cuanto a presentación de trabajos eran desastrosos, y no hablo de contenidos, sino de formato, fuera un documento de word o similar, una presentación PP o cualquier otro formato que se les ocurriera, ni siquiera haciéndolos a mano... Un absoluto desastre. Es cierto que no estaban acostumbrados a hacer ese tipo de trabajos, pero vaya, un poquito de voluntad... Como son voluntarios... Y en cuanto al contenido... me confirmó que no saben usar internet. No saben buscar información y cometen los mismos errores que cuando buscan significados de palabras en el diccionario. (Esto ya lo traté en otra entrada de este mismo blog a propósito de la búsqueda de la descripción del Dómine Cabra...). 
La pescadilla que se muerde la cola... No se puede hacer ese trabajo de búsqueda de información en casa porque, sobre todo al principio, es necesaria la orientación del profesor, pero no se puede hacer en el aula por falta de medios. 
En fin. Los he mantenido más o menos como recurso voluntario para subir nota, pero no he recibido ni un solo trabajo que merezca la pena.
También tengo parte de culpa, por supuesto, pues con una explicación en el proyector de los pasos a seguir en su elaboración no es suficiente. Además debería ser un trabajo en grupo y cooperativo, pero al hacerse fuera del aula ya no podía exigirlo, porque empiezan los problemas del quedar fuera de clases para trabajar... Algunos se animan, pero acabas descubriendo, que lo ha hecho uno y ha puesto el nombre de los tres amigos que mientras estaban jugando a la play.
La herramienta es útil. Aprenden a buscar información, a organizarla, a seleccionar contenidos, a almacenarlos y reutilizarlos para darles otra forma. Aprenden a usar herramientas TIC, sea un procesador de textos, una aplicación de presentaciones, a almacenar lo creado en la nube, dropbox, google drive, enviar por correo, subirlo a un blog o a plataformas educativas, moodle, edmodo...
En fin que una herramienta que me entusiasmó en un principio, sobre todo para los contenidos de literatura se ha ido diluyendo como azucarillo en el café. 
Y empecé enlazando Webquests, Miniquests y Cazas del tesoro ya hechas, pero como me pasa siempre, acabé modificando e incluso realizando desde cero algunas con mejor o peor resultado. Más adelante retomaré el recurso cuando los medios del aula lo permitan. 
Por ejemplo, en el proyecto de Moda que tenemos en 2º de ESO, la actividad de la fase de investigación se podría parecer a una webquest. Haría falta poco para transformarla y sí disponemos de medios.
Lo que sí me gustan son los Enigmas. Me surgió la idea como actividad para que practiquen la búsqueda de información en internet. Me recuerdan mucho al programa aquel de Constantino Romero "El tiempo es oro", en el que los concursantes iban buscando información y necesitaban un dato para pasar al siguiente, etc... En aquel programa solo disponían de formato papel. Me di cuenta de las dificultades que tenía cuando todo lo encontraba a la primera con el puñetero google. Así es que tuve que estrujarme los cascos para hacer cosas que no fueran fáciles y les costara un poquito descubrirlas. Me he debido de pasar, porque, hasta ahora, ningún alumno ha conseguido resolver ninguno.
Salvando las distancias, podrían parecerse a los actuales Scape Room. Si alguien se anima... Enigmas. Al igual que con las webquests, algunos están más logrados que otros. Por ahora solo hay 4, pero a esto sí me dedico cuando tengo ratos libres, que son pocas veces. Agradecería que si se los planteáis a vuestros alumnos y los resuelven me lo hagáis saber, gracias.

viernes, 4 de enero de 2019

INNOVACIÓN

3-4-5 años llevo perdido en busca de eso que ahora llamamos innovación educativa. Este mismo blog lo inicié como una herramienta más de innovación educativa que se quedó por el camino, imagino que por no saber darle la utilidad adecuada. Y así voy yo buscándole alguna utilidad.




Pues sí, yo también caí en esa trampa. Es lo que pasa cuando te dejan solo ante el peligro. No me arrepiento de nada, pues los errores cometidos no han sido graves y los fracasos han sido más míos que de mis estudiantes. Y no me arrepiento de nada porque esa fue la única manera que encontré de cambiar. Me aburría mucho en clase y mis alumnos más, así es que decidí probar otras teclas y usé todo aquello que se me ocurría para que las cosas dejaran de ser como siempre.



Esto está muy bien, pero no podemos basar la innovación sólo en introducir tecnología en las aulas, pero menos prohibirla. El uso de la tecnología no garantiza, ni mucho menos, el éxito en el aula, lo sé por experiencia. El uso que el alumno hace de la tecnología está a años luz del que queremos nosotros como docentes, pero se puede aprovechar. 
El cambio debe ser metodológico, sin duda. Me niego a seguir dando clases como en el siglo XIX. Y ahí la tecnología juega un papel importante.
¿Qué cosas he cambiado? Sin salirme de los famosos contenidos del currículo he experimentado con WebQuests, cazas del tesoro, enigmas de creación propia (de los que estoy muy orgulloso), elaboración de Blogs, periódicos digitales, uso de plataformas educativas online como Moodle, Edmodo, Schoology, utilización de Google Drive, Gamificación, evaluación por rúbricas, trabajo cooperativo, ABP... Algunas se han quedado por el camino, las intento retomar de vez en cuando por si fueron las circunstancias y no la herramienta las que hicieron que no funcionaran... 

Muchos sinsabores, porque es muy duro enfrentarte a todo esto solo o con muy poca ayuda, salvo en el caso del ABP en el que estoy inmerso ahora, ya que se ha implantado en el IES Jaume I de Borriana, que es donde tengo la suerte de trabajar, en el Primer ciclo de la ESO y ahí te sientes arropado por un grupo humano de enorme valía. La fuerza de un guerrero reside en quien lucha a su lado, como dicen en la CPI...
Pero no me rindo. Fuera de este ABP, voy encontrando mi sitio y avanzo pasito a pasito. Hoy por hoy he decidido que en mis clases se imponga el trabajo cooperativo. Gestiono mis clases a través de la plataforma educativa Schoology, genial herramienta muy poco utilizada por docentes de habla hispana, o eso me parece a mí. He desterrado los deberes, al menos los obligatorios. Si mando algo para hacer en casa es porque no se puede hacer en clase y nunca de hoy para mañana. Evaluación, autoevaluació y coevaluación con CoRubrics, compaginándola con los métodos tradicionales. Y por último el fomento de la lectura, a través de un amplio abanico de lecturas de temática, dificultad y extensión variables, que voy ampliando año tras año. La evaluación de estas lecturas es a través de formularios autoevaluables de Google tipo test y los alumnos deciden cuándo la hacen dentro de cada trimestre. Es decir, ya no hay fecha fija donde todos hacen el control de lectura escrito de la misma lectura. Cada uno elige, qué lee, cuándo lee y cuándo se examina.

Esto es, a grandes rasgos, en lo que he estado metido estos años alejado de este blog. Preparando controles de lectura, gestionando la página web relacionada con este bog en google sites y aprendiendo a utilizar Schoology. Iré desgranando cada una de las experiencias, fallidas y no fallidas en entradas sucesivas.